«Se ha demostrado que el deporte es más efectivo para tratar la diabetes que los medicamentos». Este curiosa frase-ejemplo, sirve para llamarnos la atención acerca de cuánto nos han influido los medicamentos, tan presentes en el día a día de muchas personas, olvidándonos de otros aspectos de la vida o preguntándonos si realmente ese medicamento en concreto es la única opción para sanar nuestros problemas de salud. Esta interesante frase fue dicha por el famoso doctor y autor inglés Ayan Panja, en su libro «An Essential Medical Miscellany», famoso por sus frases y datos curiosos contrastados de la medicina, en parte debido a su experiencia como doctor trabajando en la sanidad dentro de un hospital (libro en amazon: pincha aquí).
Mientras que, Morten Schmidt, doctor en una Universidad e investigador, concluyó que se utilizan con demasiada frecuencia los medicamentos antiinflamatorios (AINE) en el mundo occidental, siendo disponibles en muchos lugares sin receta, algo que es realmente alarmante y preocupante. Según determina su estudio, el 60% de los adultos daneses recibe alguna receta para un AINE de este tipo en el período de 10 años, con un 15% de la población de todo el mundo recibiendo, también, alguna receta de este tipo de medicamentos, siendo mayor el porcentaje, cuanto mayor es la persona.
¿EFECTO REAL O PLACEBO?
Todos alguna vez hemos enfermedado y nos hemos tomado un ibuprofeno o un paracetamol u otra pastilla cualquiera que nos haya recomendado tanto alguien cercano como el médico, pero… ¿es esta la única solución?¿realmente funciona?¿nos hemos parado a pensar si ese conjunto de compuestos químicos podrá tener algún efecto secundario en nuestro organismo a largo plazo?
Hay una delgada y polémica línea que separa en medicina y tratamientos lo realmente efectivo de lo recomendado por intereses de terceros (económicos, sociales…). En lugares como la India, China, diversas zonas árabes o de América latina, la medicina tradicional, aquella basada en tratar las enfermedades con remedios naturales, sigue perdurando por encima de la moderna o contemporánea.
Nosotros, sin embargo, en la cultura occidental, hemos llenado algún cajón de casa con medicinas, nos hemos tomado un ibuprofeno ante un simple dolor de cabeza o un paracetamol para bajar la fiebre, sin pararnos a pensar que alomejor el problema está en qué es lo que nos ha podido causar esa cefalea o fiebre.
Un medicamento tan conocido y usado por todos como el paracetamol (o acetaminofén), el cual ha sido objeto de debate por si se trata de una pastilla sin efecto (placebo), ha estado siempre en entredicho en la sociedad. Algunos autores (estudio) determinan que no produce efectos sobre el dolor de los pacientes tras intervenciones médicas, aumentando únicamente la satisfacción del paciente (efecto mental que se asocia a la seguridad en sí mismo). Ni siquiera se observan diferencias a los 30 ó 90 días vista después de una operación coronaria, obteniendo los mismos grados de dolor tanto para personas que tomaron paracetamol (intravenoso) como para aquellas que tomaron un placebo (estudio). Es decir, tal y como determinan los autores de esta revisión del 2015: “esta visión general cuestiona la práctica de usar paracetamol rutinariamente como analgésico de primera línea porque no hay pruebas fehacientes de la eficacia del paracetamol en muchas condiciones de dolor”.
EL EFECTO PSICOLÓGICO: ASPECTO CLAVE
Uno de los factores más importantes que han influido desde la creación de los medicamentos en las personas, es, el aspecto mental, es decir, cuánto tiene de “placebo” un medicamento. Concepto referido a que no provoca ningún efecto de “cura” en la persona, pero que sí provoca que esta piense que le va a ayudar, con lo cual, el aspecto mental de confianza le sirve para curar esa patología que tenga. Que un sujeto crea en lo que se está tomando (aunque científicamente no vaya a producir ningún cambio beneficioso en su organismo) influye para que se cure de la enfermedad o patología que tiene, simplemente por el hecho de creer en que le va a curar (estudio). Es decir, que el aspecto psicológico tiene mucho que ver cuando nos tenemos que enfrentar a un dolor o enfermedad. La creencia en aquel remedio que utilices para sanar tu problema, ya sea natural o artificial, es un factor muy importante a tener en cuenta e insuficientemente estudiado (estudio).
En esta investigación se analizó si había diferencias entre dos grupos de sujetos analizados, de tal manera que a un grupo le daban expectativas de que podían sufrir dolor ante una prueba de laboratorio, mientras que al otro grupo no le dijeron nada. Efectivamente, aquellos que fueron avisados de que podían sufrir, alcanzaron unos niveles de dolor superiores a aquellos a los que no les dijeron nada, observando los autores una relación entre la predisposición y optimismo de un sujeto y el dolor que puede sufrir este.
Estas expectativas negativas anteriormente descritas que se pueden construir en nuestra mente para afectarnos de forma contraproducente existe, y se llama nocebo. Siempre hemos escuchado hablar del placebo, es decir, aquello que nos afecta de manera positiva mentalmente a través de nuestras creencias para conseguir consecuencias positivas. Pero lo que nos afecta de forma negativa por poner unas expectativas contrarias (me va a doler, no me voy a curar, seguro que mañana estoy peor…) es lo que se conoce como efecto nocebo y, también, es el desencadenante de muchos problemas de salud en la gente, por desgracia. Por eso, a lo mejor, puede ser más interesante entrenar tu mente al igual que tu cuerpo, en vez de tomar un medicamento (en este caso placebo), que no provoca nada más en tu cuerpo que reconducir tus emociones y expectativas.
¿Y todo esto por qué? Porque aquellos que son más optimistas, sufren menos dolor frente a los pesimistas, ante un breve estímulo de dolor. Sin embargo, cuando se les habla con mensajes de bienestar y salud, no existen diferencias entre ambos grupos (estudio), prueba de lo importante y determinante que puede llegar a ser una buena predisposición mental, ya que muchas personas, tras sufrir este breve estímulo de dolor, comienzan a auto-medicarse sin ningún tipo de control.
Aunque pueda parecer algo anecdótico, las conclusiones son más importantes que esto. Ante una situación de estrés, el cuerpo no tiene la misma inmunidad que en condiciones normales, y esta inmunidad (de la que dependemos para ser más o menos propensos a enfermar) está relacionada con el optimismo psicológico de la persona y con enfermedades inmunológicas como el VIH o el cáncer (estudio). Y el origen principal de esto, se encuentra en el compromiso, es decir, ante situaciones difíciles, la positividad es clave para solventar cuanto antes el problema o al menos afrontarlo de una mejor manera, es decir, estar “comprometido” contigo mismo para solucionarlo. Y este compromiso parte o depende de la conciencia, ya que valorar más el entorno y la situación y ser conscientes de la gravedad o no del asunto, y de las posibles soluciones que pueda haber ante esto, nos va a llevar a un estado mental más adecuado para afrontar los problemas que el de una negatividad continua de la realidad (estudio).
Es decir, que todo no es tan sencillo como parece y pertenece a un entramado muy complejo, aunque, desde luego, muchas veces tenemos la solución antes en el alcance de nuestra mente, que en el alcance de nuestra farmacia.
A pesar de que existen una gran cantidad de medicamentos y tipos, en este caso vamos a analizar dos grupos muy comunes y que suelen afectar en mayor medida al día a día de las personas: los medicamentos antiinflamatorios y los diuréticos, planteando, además, los posibles problemas de salud que pueden derivarse de su ingesta, y otras posibles alternativas más eficientes que estas.
ANTIINFLAMATORIOS: PROBLEMAS QUE PUEDEN PLANTEARSE
Este tipo de medicamentos, entre los que podemos ver muchos conocidos (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, aspirina, paracetamol…) se clasifican según su origen y su papel de inhibición (inhibiendo, principalmente, la ciclooxigenasa 1 ó la 2(COX-1 ó COX-2)), aunque tienen en común que se utilizan para reducir tanto la fiebre, como el dolor o la inflamación.
En general, todos los inhibidores de COX, ya sea 1 o 2, han mostrado riesgo cardiovascular por aumentar la toxicidad en este aspecto, pudiendo causar edemas, trombosis, infarto de miocardio… (estudio). Además, el uso de antiinflamatorios no esteroideos se asocia con efectos nocivos o problemáticos sobre el corazón u otros elementos de la salud (estudio).
Parece ser que las personas que toman medicamentos antiinflamatorios están relacionadas con unos mayores índices de problemas a nivel gastrointestinal y cardiovascular (mayor riesgo si el sujeto ya tiene historial médico en estos casos), con lo cual, parece una buena opción el recurrir lo menos posible a ellos o buscar otras alternativas con menos efectos secundarios (estudio). La aspirina, por ejemplo, genera problemas digestivos y gastrointestinales (al inhibir la COX-1, encargada de sintetizar las prostaglandinas gastroprotectoras; estudio).
Esta foto, por ejemplo, relaciona el riesgo de muerte por sangrado gatrointestinal o ataque al corazón, ambos provocados por este tipo de medicamentos. El riesgo es superior, en la población estadounidense, al provocado por los accidentes de tráfico (estudio).
Y, para terminar, con respecto a poblaciones especiales, debemos tener cuidado con la automedicación con este tipo de medicamentos, y más en edad avanzada, ya que se relaciona con un riesgo mayor de problemas a nivel digestivo para este tipo de personas (estudio). O, también, no se recomienda recetar antiinflamatorios de este tipo (como ibuprofeno, por ejemplo), para sujetos que padecen diabetes y que pueden guardar relación con problemas cardiovasculares o gastrointestinales (estudio).
ANTIINFLAMATORIOS: POSIBLES ALTERNATIVAS
Antes de pasar a hablar del «medicamento natural estrella», cabe destacar que algunas estrategias también son efectivas para reducir la inflamación. Tanto dietas bajas en carbohidrato o cetogénicas (si quieres saber más sobre esto, pincha aquí), como períodos de ayuno (pincha aquí si quieres conocer más, también) o ejercicio de alta intensidad, producen beta-hidroxibutirato (BHB), un compuesto que inhibe el gen NLRP3, responsable de provocar diversas respuestas inflamatorias (estudio).
Aunque, como muchos podrán reconocer en la foto, es la cúrcuma el aliado y potente antiinflamatorio que tenemos a nuestro alcance en la naturaleza. A pesar de que el jengibre también es otro famoso antiinflamatorio y analgésico, la cúrcuma y sus derivados reducen la inflamación, además de ser un potente antioxidante (estudio, estudio, estudio). Aunque sus beneficios se amplían a tener propiedades cancerígenas, mejorar la función mental, controlar tanto la obesidad como la diabetes (estudio), y hasta la función visual (estudio).
Aunque uno de los problemas importantes que nos podemos encontrar es su escasa biodisponibilidad, es decir, nuestro cuerpo la absorbe y elimina de una forma deficiente. Pero si la combinamos con diferentes potenciadores naturales, como por ejemplo con la piperina presente en la cáscara de la pimienta negra, según determina esta revisión, podremos alcanzar importantes efectos antiinflamatorios y beneficiosos para la salud incrementando su biodisponibilidad hasta en un 2000%.
Pero, ¿existe límite o a partir de cierta cantidad es mala?. Pues esta revisión determina que ingiriendo hasta 8g/día durante 3 meses no se han observado problemas, por lo tanto, se puede poner el límite incluso hasta más lejos (estudio).
Mientras que, por otro lado, tenemos el jengibre, demostrado como otra importante arma antiinflamatoria, actuando también sobre sujetos con sobrepeso o problemas metabólicos (estudio). Todo este potente poder antiinflamatorio, se debe a que, como determina esta revisión, actúa de la misma manera a nivel fisiológico, como lo puede hacer un ibuprofeno (actuación sobre ciclooxigenasas), pero de una manera mucho más natural, sin efectos secundarios sobre el corazón o el aparato digestivo.
Ejemplo de ello es esta investigación, que analiza a sujetos con osteoartritis de rodilla. Nos habla de cómo se obtenían respuestas pobres tras administrar antiinflamatorios mediante medicamentos clásicos a los pacientes. Sin embargo, cuando se les cambió esto y se les empezó a suministrar jengibre y extracto de equinacea angustifolia (planta norteamericana), los pacientes observaron mayores mejorías tanto en el dolor como en la inflamación (se redujo del diámetro de su rodilla producido por la inflamación que sufrían).
DIURÉTICOS: PROBLEMAS QUE PUEDEN PLANTEARSE
Otros medicamentos cada vez más utilizados, sobre todo en poblaciones de edad avanzada, son los diuréticos, administrados, principalmente, tanto como para facilitar la eliminación de líquidos como para tratar la hipertensión (factores relacionados). Son recetados a personas en todo el mundo, sin pararnos una vez más a analizar antes cuál puede ser el problema para que ese paciente sufra esa retención de líquidos y/o hipertensión.
Da igual que sean del tipo tiazídicos, ahorradores de K o de asa. Uno de los principales problemas de ingerir este tipo de medicamentos es la aparición de hiperucemia (aumento del ácido úrico en la sangre), traduciéndose, por ejemplo, en muchos casos, en la aparición de gota en los pacientes (estudio, estudio). Aunque también se pueden observar otros efectos adversos, como la hipocalemia (nivel bajo de potasio en sangre), como determina esta importante revisión, pudiendo desembocar en un aumento de glucosa en sangre no muy beneficioso para sujetos diabéticos, o lo que es peor, pudiendo generar nuevos casos de pacientes diabéticos, como concluyen los autores de este estudio.
DIURÉTICOS: POSIBLES ALTERNATIVAS
A pesar de que por conflictos éticos muchos estudios no puedan practicarse con seres humanos, ya que no puedes obligar a un grupo de la población a someterse a estudio, sino que lo tienen que elegir deliberadamente, se analizan posibilidades con animales, en este caso con ratas, de tal manera que se observan beneficios diuréticos tanto con sandía (estudio), como con apio (estudio) o incluso espárrago (estudio).
Al igual que las plantas “Alpinias” procedentes de Asia y Pacífico, concretamente si hablamos de la especie “Oxyphylla”, las semillas que esta contiene poseen un efecto anti-diurético a corto plazo, pero que va seguido de un importante efecto diurético a las 5-6 h (estudio).Pero, incluso, podemos encontrar muchas veces las soluciones más cerca de lo que nos creemos. No es nada nuevo añadir perejil a las comidas, y resulta ser otro importante diurético a tener en cuenta (estudio, estudio, estudio), aunque, como todos los alimentos, hay una personas más afortunadas que absorberán mejor sus propiedades que otras, siendo en este caso aquellas que tengan el gen ELI17 dentro de su código genético las más beneficiadas (estudio).
Pero, sin duda alguna, uno de los alimentos “naturales” diuréticos más potentes que conocemos, sobre todo por su efecto sobre la hipertensión, es el té.
Debido a su poder vasodilatador o al aumento de la temperatura corporal, entre otros, este importante termogénico hace las funciones también de eliminación de líquidos (estudio). Al igual que posibilita el descenso de la presión sanguínea (función propia de los medicamentos diuréticos, también; estudio).
Este estudio que escogió a una gran cantidad de población del pueblo de Jiangsu en China, observó una relación inversa entre la ingesta de té verde y el descenso de la presión sanguínea, siendo más pronunciada esta relación inversa cuanto más té se tomaba. Esta población ya es conocida por este fenómeno y por ser analizada en más ocasiones, obteniendo similares conclusiones (estudio).
Por lo tanto, incluir el té verde puede ser otra buena opción “natural” si se quiere buscar cualquiera de los beneficios de los diuréticos anteriormente descritos, sin necesidad de tomar medicamentos (revisión, revisión, revisión), Siendo, además, el té verde una de las mejores opciones, también para sujetos con sobrepeso (estudio).
Así, queda dicho una vez más que la ecuación NATURALEZA + MOVIMIENTO = VIDA perdura por encima de otras maneras que se intentan implantar para modificar esta, en este caso, con la NATURALEZA como premisa principal.
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